Los debates sobre la autogestión de los trabajadores en Turquía
En Turquía, se pueden mencionar tres modelos diferentes en el ámbito de la lucha por el control y la autogestión de los trabajadores. El primero de ellos son las huelgas y las ocupaciones de fábricas. Las organizaciones de tipo consejo/comité formadas por trabajadores durante huelgas y ocupaciones de fábricas ganan importancia a la hora de organizar la acción, transmitir las demandas y satisfacer las necesidades de los trabajadores. Las organizaciones de tipo consejo/comité aparecen como experiencias concretas donde la «democracia obrera» cobra vida.
El segundo modelo que se puede evaluar en el marco del control obrero son las iniciativas que se pueden evaluar en el marco de la economía social y solidaria, especialmente las cooperativas. Recientemente, se ha observado que el nuevo estilo de cooperativas, que incluye críticas a las cooperativas tradicionales y apunta a desarrollar relaciones de solidaridad, se ha desarrollado tanto en la teoría como en la práctica. El creciente número de cooperativas de producción/consumo, aldeas ecológicas, mercados de trueque, huertos urbanos, redes de solidaridad y formaciones similares son iniciativas que pueden evaluarse en este contexto.
El tercer modelo que puede evaluarse en el marco del control/autogestión obrera es la lucha por la autogestión obrera basada en la acción directa. El único ejemplo de esto hoy es la Cooperativa Textil Özgür Kazova. La lucha por exigir salarios y derechos derivados del trabajo se ha convertido en una lucha por el control/autogestión de los trabajadores.
Hasta hace poco, los debates sobre la autogestión de los trabajadores en Turquía se llevaban a cabo según el modelo de autogestión yugoslavo. En Yugoslavia, el sistema llamado «autogestión» comenzó a implementarse después de 1950 e incluía la participación de los trabajadores en la gestión empresarial a través de consejos. El modelo de autogestión yugoslavo ha despertado interés en Turquía, así como en todo el mundo, y a menudo ha sido evaluado como una alternativa tanto a los sistemas capitalistas como a los socialistas. El modelo de autogestión yugoslavo fue visto como una alternativa a la «participación en la gestión» y prácticas similares en el sistema capitalista, especialmente en Alemania, así como una alternativa a la estructura y el enfoque centralistas de los regímenes socialistas de la época.
Cuando llegamos a la actualidad, parece que los países latinoamericanos se destacan en términos de discusiones y experiencias de control/autogestión de los trabajadores. Hoy, América Latina lidera el camino tanto en términos de experiencias de autogestión de productores directos como de discusiones en este campo, despertando interés en cambiar/transformar las relaciones de propiedad/trabajo capitalistas. Cabe señalar que los experimentos de autogestión en América Latina están detrás de la creciente importancia de enfoques como la «economía social» y la «economía solidaria», que se consideran alternativas al modelo neoliberal y a las relaciones capitalistas, especialmente después de los años 90.
En este punto, se puede observar que en los últimos años ha habido un creciente interés por las experiencias de autogestión de los trabajadores en Turquía, Argentina y América Latina y, más en general, por la economía social y solidaria. La autogestión de los trabajadores, denominadas «empresas recuperadas» en Argentina (establecidas como resultado de la adquisición por parte de sus trabajadores de una empresa en quiebra), es observada con interés tanto en Turquía como en el mundo. En este contexto, el rumbo de las discusiones sobre la autogestión de los trabajadores ha comenzado a cambiar. Este es un cambio de paradigma. Los debates de autogestión obrera, que hasta hace poco se llevaban a cabo en Yugoslavia, ahora han comenzado a realizarse a través de las empresas recuperadas y la economía social y solidaria.
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